![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKjNuvvU8X9n2UOgicKYIYKJgvZAg_fSTK-rfKtApD1-YM-ipYCrZFSgNQCviqj1gesoEEPcZWfFGekmNev7l1AXSwu-LytSsJO4aMEoYr4bQgH9lgX0kG4ARP_bRbO7M-dJa6i4wXXA4K/s320/Valen%C3%A7a+do+MInho+-+Fortaleza+(8).JPG)
La mayoría de los turistas, suelen ingresar a Portugal por la Puerta Grande o sea por Lisboa y desde allí organizar sus tiempos para visitar la mayor cantidad de Ciudades o Aldeas posibles, pero yo al contrario de todo el mundo había soñado siempre entrar en Portugal por la Fortaleza de Valença do Minho y allí fue que me apasioné perdidamente por esa tan desconocida y amada región miñota de la que tanto me hablaba mi padre "O Portuguesinho Triste"
Recien acababamos de cruzar la Frontera de Galicia con Portugal por el Puente Internacional que cuelga sobre el Río Miño y mi corazón parecía batir igual que un tambor y no reparando quizás que el tren se detendría apenas unos minutos me distraje observando a la gente que se apretujaba en el andén de Valença do Minho y sentí de pronto que se me había ido la vida, soñando con llegar al Norte de Portugal.
Aquel glorioso día en que llegué por primera vez a Viana do Castelo se estaba desarrollando la Gran Fiesta de Nuestra Señora de la Agonia y al ver semejante despliegue de gente trepándose a vetustas barcazas al borde del Río Lima me sentí tan insignificante como un simple grano de arena que vuela por los aires.
Luego me fui integrando al bullicio de aquella fascinante ciudad que durante muchos años había imaginado colmada de castillos y campanarios y fue en ese momento que aparecieron detrás de mi una decena de concertinas escoltadas por un centenar de parroquianos que aturdieron mis oidos con impredecibles canticos al son de unos instrumentos que me eran lejanamente reconocidos.
Nenhum comentário:
Postar um comentário